lunes, 18 de junio de 2012

Gichin "Shoto" Funakoshi

A este hombre lo hemos nombrado como unas quinientas veces, mas no hemos dado detalles de su vida...y no lo haremos. Pero hay una anécdota es memorable, relatada por un testigo presencial, que bien podemos compartir (y que dado que es cuestión de copy-paste me permite seguir empacando para mi viaje).
Dice Yukio Togawa:

"El cielo estaba negro, y desde ella salía un viento aullante que destruía todo lo que encontraba en su camino. Grandes ramas se desgarraban desde los grandes árboles como si fuesen delicadas ramas, polvo y guijarros volaban en el viento, golpeando dolorosamente los rostros humanos.


Okinawa es conocida como la Isla de los Tifones, y la ferocidad de sus tormentas tropicales desafía cualquier descripción. Para poder soportar el embate de los vientos que devastan la isla regularmente cada año durante la época de tormentas, las casas okinawenses son bajas y además son construidas tan robustas como les es posible; están rodeadas además por altos muros de piedra, y los techos de pizarra son adheridos con cemento. Pero los vientos son tan tremendos (algunas veces alcanzando velocidades de cientos de kilómetros por hora) que a pesar de las precauciones, las casas vibran y tiemblan.


Durante un tifón en particular, del cual me acuerdo, todas los habitantes de Shuri escondidos en sus hogares, rezando que el tifón pasara sin generar demasiada destrucción. No, me equivoco en decir que todos los habitantes estaban escondidos en sus hogares: había un joven hombre, sobre el techo de su hogar en Yamakawa-cho, que determinadamente luchaba contra la tormenta.


Cualquier persona que hubiese visto esta figura solitaria, con toda seguridad hubiese concluido que esa persona había perdido su sano juicio. Sólo vestido con un taparrabos, se paraba sobre las resbaladizas baldosas del techo y sujeto entre ambas manos, como para protejerse del viento aullante, un cubrepiso tatami. Debe haberse caído varias veces desde el techo al suelo, pues su cuerpo casi desnudo, estaba cubierto con barro.


El joven hombre aparentaba tener unos 20 años de edad o posiblemente menos. Era de baja estatura, poco más de 5 pies de alto (1,60 cm + -), pero sus hombros eran enormes y sus biceps muy abultados. Su pelo estaba ordenado como el de un luchador de Sumo, con un moño y una pequeña aguja de plata, indicando que pertenecía a los shizoku.


Pero todo esto es de poca importancia. Lo que importaba era la expresión en su rostro: los ojos anchos resplandecín con una extraña luz, una frente amplia, piel de un rojo cobrizo. Apretando sus dientes mientras el viento lo azotaba, irradiaba un aura de tremendo poder. Uno podría haber creído que era un de los reyes guardianes de Deva.


En ese momento el joven hombre asumió una postura baja, sujetando la alfombrilla de paja contra el viento enloquecido. La postura que adoptó era muy impresionante, pues estaba parado como si estuviese sobre un caballo. De hecho, cualquier persona que conociese un poco sobre Karate, inmediatamente se habría dado cuenta que se trataba de la posición del jinete (kibadachi), la más estable de las posiciones del Karate, y de que estaba utilizando el tifón enbravecido para refinar su técnica y para reforzarse aún más física y mentalmente. El viento golpeaba el tatami y al joven con toda su fuerza, pero él mantenía su ubicación sin ninguna vacilación."


  Resistiendo un Tifon like a sir!


Funakoshi, en su juventud, firmaba sus poemas bajo el seudonimo de "Shoto" que significa algo asi como "Pino Ondulante" (al parecer, literalmente "Shoto" es como el sonido/movimento que hacen las agujas de pino cuando el viento pasa a través de ellas...muchos términos en japones no tienen la mas remota traduccion en nuestro idioma), y es por eso que su estilo de Karate se llama "Shotokan".  Tranquilamente se podria haber cambiado el apodo a :


Gichin "Me banqué un Tifon de dorapa y en calzones" Funakoshi

En caso de que se estén preguntando cual es la utilidad de resistir un tifon, y la pregunta sería valida...pero no temáis, que aquí todo se explica mediante una útil y didáctica demostración:


"Si hubiera practicado mas con el tifon, esto no me estaría sucediendo!!"


Bueno, gente...os abandono para tomarme mis mas que muy merecidas vacaciones. No estaré revisando ni facebook ni el blog (mas podéis escribir igual, veré todo a mi regreso) puesto que mi teléfono es maligno y el wi-fi me odia. Cuidaos, quereos, y lo mas importante: Desafíen a cualquier tempestad o catástrofe climática que podáis a que les tire con todo lo que tenga (incluido que se manifieste fisicamente para agarrarse a golpes)...sabe Odín que así lo haré yo!.   
COME AT ME, BRO!!

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