miércoles, 18 de junio de 2014

The Trooper: La legendaria Carga de la Brigada Ligera


La historia detras de "The Trooper"
( o "Andá a silbarle la bandera a tu vieja!!")

Habiendo terminado con toda la historia del Bakumatsu (que no tengo palabras para describir lo que me costó), procedo a cumplir mi objetivo de enfocarme en notas un poco menos históricas y un poco más de aporte a la cultura general.
Siendo así, vamos al tema que nos llama, de modo de ponerle fin a una costumbre idiotas que existe en Argentina: Ofenderse cuando  Bruce Dickinson sale con la bandera en The Trooper .

  “Cuando toco The Trooper y saco la bandera del Reino Unido es algo natural, lo hago en todo el mundo aunque siempre supe que en Argentina podría tener problemas e incluso pensé en sacar la bandera argentina para evitar problemas pero esto es como tocar Aces High en Alemania. La historia es la historia y no podemos hacer nada”
                             
Es entendible la animosidad que el argentino promedio siente hacia la bandera inglesa (Malvinas y todo eso), pero no es aceptable.

Y esto es ridículo...
  La canción The Trooper no solo se trata de una batalla, se trata de LA batalla y una de las acciones (y sacrificios) militares más ejemplares en la historia: La Carga de la Brigada Ligera.
¿Y que corno es eso? San wiki iluminanos!!:

"La Carga de la Brigada ligera fue una desastrosa carga de caballería, dirigida por lord Cardigan en el curso de la Batalla de Balaclava el 25 de octubre de 1854 durante la Guerra de Crimea. 
Ha pasado a la Historia por formar parte de la leyenda heroica del Reino Unido."

Eso nos sitúa espacio-temporalmente, pero plantea la (muy) valida pregunta: ¿Y a mi que carajos? ¿Porque es tan legendario este asunto?
Porque a la brigada hizo un ataque frontal contra la artillería rusa, la cual estaba al fondo del valle y a ambos lados...en caso de no tener idea de estrategia militar, les traduzco: Avanzar una milla en linea recta (que son como 1.6 km) hacia un montón de cañones y gente con fusiles, que ademas tienen más cañones y fusiles disparándote a ambos lados, no es muy buena idea a no ser que quieras matar a todas tus tropas (por algo es un ejemplo del heroísmo de la caballería bajo pésimo liderazgo).
El desastre ocurrió de la siguiente manera, en una seguidilla de malentendidos y mala leche entre (por orden de rango):

                    FitzRoy James Henry Somerset, 1.er Barón Raglan  (comandante en jefe del ejercito)


                                                General Richard Airey, 1.er Barón Airey


                                                                     Capitan Lewis Nolan


                          George Charles Bingham, 3.er Earl de Lucan (comandante de la división de caballería)


                                           James Thomas Brudenell, 7º Earl de Cardigan

Lord Raglan,  da la orden para que la caballería ataque e impida la retirada de la artillería rusa: Lo que el quiso decir es que mientras que los franceses atacaban el lado izquierdo, los ingleses atacarían el lado derecho. El General Airey entonces escribe la siguiente orden para Lord Lucan:

"Lord Raglan desea que la caballería avance rápidamente hacia el frente, y trate de evitar que el enemigo se lleve los cañones. Tropa de artillería montada puede acompañar. Caballería francesa está a su izquierda. Inmediatamente "."

A fin de que la (bastante poco concreta) orden llegue a tiempo, Airey la desastrosa idea de darsela a Nolan para que se la entregue a Lucan. El problema es que Nolan tenía como estrategia (y hasta escribió un libro sobre eso) una fe extrema en el poder de la caballería y estaba bastante decepcionado con el uso que Lucan le había dado (aparte que debía detestarlo por otros motivos), entonces cuando Lucan preguntó a que enemigo (y cañones) había que atacar, Nolan sacudió el brazo y apuntó al fondo del valle (donde encima se concentraba el grueso de la fuerza)  y le dijo: "Ahí está su enemigo, ahí están sus cañones".
Lucan entonces le da la orden a Cardigan, pero para entender la relación entre ambos, san wiki (refiriéndose a Lucan) lo resume maravillosamente:
 " Con el estallido de la Guerra de Crimea, siendo el oficial de caballería presente de mayor rango, fue nombrado comandante de la división de caballería. Su cuñado,Lord Cardigan, que comandaba la Brigada Ligera, era uno de sus subordinados. Fue una situación desafortunada, pues ambos hombres se odiaban mutuamente con toda pasión."
Obviamente Cardigan pone todas las objeciones habidas y por haber, porque era evidente para cualquiera que eso era suicidio, como consta en las cartas y relatos de los supervivientes.

Soldado Thomas Dudley, del 17° regimiento lanceros:
 "Cuando recibimos la orden, ningún hombre parecía capaz de creerlo ... Ni una palabra o un susurro. Adelante - adelante cabalgamos! Oh! Si hubieras podido ver en ese momento los rostros de esos 800 hombres condenados; sus caras petrificadas, con los dientes apretados,  tan rígidos como la muerte, aún seguimos adelante-adelante! "
 "Chocamos! Y, ¡oh Dios! ¡Qué escena! No intentare decirle, sé que estas cosas no son de su agrado, lo que hicimos; pero éramos ingleses, y eso es suficiente. Creo que yo era tan fuerte como seis hombres - por lo menos me sentí así; porque yo sé que partí dos lanzas rusas como si fueran juncos ".

Soldado Thomas Williams, del 1° regimiento de Húsares:  
"Podía ver cual sería el resultado, todos nosotros podíamos; pero, por supuesto, dado que ya teníamos la orden, era nuestro deber de obedecer. No quiero alardear; pero puedo decir con seguridad que ese día no hubo un hombre en la Brigada Ligera que no cumpliera su deber para con su reina y el país ". 


Soldado Anónimo, del 17° regimiento lanceros:
 "Todos sabíamos antes de empezar que la situación era desesperante, y fue incluso peor de lo que pensábamos ... Pero nadie demostró ningún tipo de duda, adelante fueron nuestros compañeros al galope - a través de un fuego en el frente y en ambos flancos, que vació nuestras monturas y derribó caballos a mansalva. No creo que ningún hombre en toda la Brigada titubeara - si bien todo el mundo está de acuerdo que la intensidad del fuego enemigo fue algo insólito. (...) No hay manera de ocultarlo- la Brigada Ligera fue terriblemente dañada, y para nada. ! "

Dato curioso: Lucan le dice a Cardigan: "Vos mandate con la Brigada Ligera y yo te sigo con la Brigada Pesada" (y  para rematar, lo mandó directamente en la segunda linea en la carrera suicida hacia el Infierno) pero Lucan jamas envió a la Brigada Pesada para asistir a la ligera (al parecer sufrió una leve herida en la pierna que por alguna razón le impidió dirigir la carga, y como que con eso ya estuvo)

                                        Ud tranquilo, Lord Lucan...nosotros estamos perfecto.

Se cree que Nolan, habiéndose dado cuenta del error, trató de advertirle a Lord Cardigan, pero una esquirla de los cañonazos rusos lo alcanzó y lo mató (lo alcanzó en el corazón y lo derribó del caballo, el cual lo arrastró mientras agonizaba a los gritos), así que Cardigan  (quien recuerda que le divirtió bastante la escena de Nolan muriendo...quizás en venganza previa por Dark Knight Rises) quedó dirigiendo la carga fatídica.
               
                                           Que se yo...al menos se murió el hijo de puta ese!
                    
 William Howard Russell, corresponsal del London Illustrated News,  considerado el "padre del "periodismo de guerra", y quien acuñó la expresión de "La delgada linea roja" (refiriéndose a la linea que formaron los fusileros casacas rojas contra la caballería rusa en esta misma guerra) dio su testimonio como testigo de la batalla (el cual traduje lo mejor que pude):

                       

Pasaron galopando orgullosamente, brillando en el sol de la mañana en todo el orgullo y el esplendor de la guerra. Apenas podíamos creer la evidencia de nuestros sentidos! Seguramente ese puñado de hombres no iban a atacar a un ejército en posición? Lamentablemente, era muy cierto - su valor desesperado no tenía límites, y estaba carente por mucho de su supuesta mejor parte - el criterio. 

                               

Avanzaron en dos líneas, acelerando su ritmo a medida que se acercaban hacia el enemigo.
Nunca un espectáculo más terrible fue presenciado por aquellos que, sin el poder para ayudar, contemplaron a sus heroicos compatriotas  corriendo a los brazos de la muerte. A la distancia de 1.200 metros, toda la línea enemiga vomitó, de treinta bocas de hierro, un torrente de humo y llamas, por el que silbaban las bolas mortales. Su avance fue marcado por lagunas instantáneos en nuestras filas, por hombres y caballos muertos, por corceles volando heridos o sin jinete a través de la llanura.  
                                

La primera línea se rompió - se le unió la  segunda, nunca se detuvieron o cambiaron su velocidad un instante. Con filas disminuidas por esos treinta cañones, que los rusos habían establecido con la precisión más mortal, con un halo de intermitente de acero por encima de sus cabezas, y con un grito de júbilo que para muchos fue el grito de muerte de un noble compañero, se movilizaron hacia el humo de las baterías; pero antes de que se perdieron de vista, la llanura se esparció con sus cuerpos y con los cadáveres de los caballos. Fueron expuestos a un fuego oblicuo de las baterías en las colinas a ambos lados, como a un tiro directo de fusilería. 

                  

A través de las nubes de humo pudimos ver sus sables resplandecer mientras cabalgaban hacia los cañones y se abalanzaban entre ellos abatiendo a los artilleros. . . Los vimos cabalgando hacia los cañones, como ya he dicho; para nuestro deleite los vimos regresar, después de romper a través de una columna de infantería rusa, y dispersarlos como paja, cuando el fuego de flanco de la batería en la colina los arrastró hacia abajo, dispersos y rotos como estaban. 
     
Los heridos y los soldados desmontados movilizándose hacia nosotros contaron el triste relato. . . . En el momento en que estaban a punto de retirarse, una enorme masa de lanceros se arrojó sobre su flanco. Coronel Shewell, 8° de húsares, vio el peligro, y se dirigió con  sus pocos hombres directamente hacia ellos, cortando camino a través de pérdidas terribles. Los otros regimientos dieron vuelta y procedieron a atacaron en un encuentro desesperado. Con valor tan grandioso que podría parecer increíble, fueron haciendo un camino a la fuerza a  través de las columnas que los envolvió, cuando tuvo lugar un acto de atrocidad sin paralelo en la guerra moderna de las naciones civilizadas. 

Los artilleros rusos, cuando la tormenta de la caballería pasó, regresaron a sus armas. Vieron a su propia caballería mezclada con los soldados que acababan cabalgarles por encima, y para la vergüenza eterna del nombre ruso los malhechores vertieron una volea mortífera de racimos y botes de metralla sobre la masa de los hombres y caballos en el conflicto, juntando amigo y enemigo en una ruina común. Era tanto como nuestra Brigada de Caballería Pesada podía hacer para cubrir la retirada del pobre resto de ese grupo de héroes a su regreso al lugar que tan recientemente habían abandonado en todo el orgullo de la vida." 

Este relato fue el que inspiró a Lord Alfred Tennyson a componer su inmortal poema intitulado "La Carga de la Brigada Ligera" 


Media legua, media legua, 
Media legua ante ellos. 
Por el valle de la Muerte 
Cabalgaron los seiscientos. 
“¡Adelante, Brigada Ligera!” 
“¡Cargad sobre los cañones!”, dijo: 
Hacia el Valle de la Muerte 
Cabalgaron los seiscientos. 

“¡Adelante, Brigada Ligera!” 
¿Algún hombre desfallecido? 
No, aunque los soldados supieran 
Que era un desatino. 
No era su deber replicar. 
No era su deber preguntar el porque 
Su deber era hacerlo y morir. 
En el valle de la Muerte 
Cabalgaron los seiscientos. 

Cañones a su derecha,
Cañones a su izquierda,
Cañones ante sí
Descargaron y tronaron;
Azotados por balas y metralla,
Cabalgaron con audacia,
Hacia las fauces de la Muerte,
Hacia la boca del Infierno
Cabalgaron los seiscientos. 

Brillaron sus sables desnudos,
Destellaron al girar en el aire,
Para golpear a los artilleros,
Cargando contra un ejército,
Que asombró al mundo entero:
Zambulléndose en el humo de las baterías
Cruzaron las líneas;
Cosacos y rusos
Retrocedieron ante el tajo de los sables
Hechos añicos, se dispersaron.
Entonces regresaron, pero no
No los seiscientos. 

Cañones a su derecha,
Cañones a su izquierda,
Cañones detrás de sí
Descargaron y tronaron;
Azotados por balas y metralla,
Mientras caballo y héroe caían,
Los que tan bien habían luchado
Entre las fauces de la Muerte
Volvieron de la boca del Infierno,
Todo lo que de ellos quedó,
Lo que quedó de los seiscientos. 

¿Cuándo puede desvanecerse su gloria?
¡Oh qué carga tan valiente la suya!
Al mundo entero maravillaron.
¡Honrad la carga que hicieron!
¡Honrad a la Brigada Ligera,
A los nobles seiscientos!”

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Uffff...terminada esta nota! El lugar de donde iba a sacar el material y los testimonios desapareció, así que tuve que buscar por otros lados (con resultados cercanos a lo que esperaba, pero no tanto). Sería muy optimista de mi parte esperar que la nota sirva para generar un poco de conciencia y "des-asnar" a la turba de imbéciles que le chifla la bandera a Maiden en Argentina (si alguien sabe de otro país me avisa) pero principalmente quería hacer conocida la historia, porque tengo la idea de que recordar estas cosas es una forma de volverlas inmortales.
No me corresponde a mí aquí, del mismo modo que no les correspondía a ellos, el juzgar si hicieron bien o mal, o las cuestiones históricas con respecto a la corona británica o al Reino Unido (que obviamente no son elogiosas). 
Lo que importa es que hombres valientes, a sabiendas de que iban a morir, hicieron lo que les habían ordenado movidos solamente por su sentido del deber, su lealtad y devoción por su patria. 
(por eso creo que, en su honor, podemos ser tolerantes con la jodida bandera aunque más no sea por un tema)  

Aquí les dejo el video subtitulado (no por mí), a fin de cerrar esta nota como Odín manda . 




Let's go, carajo!!

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