jueves, 16 de abril de 2015

KAMIKAZE part-1: La Leyenda del Viento Divino


Oeo! Tanto tiempo sin escribir...soy como las series yanquis que hacen receso de temporada (y de paso trato de dilucidar de que carajo quiero escribir y como voy a hacerlo) .
Asi que, con algunas ideas en mente, vamos a empezar con el asunto..

Cuando la realidad supera a la ficción :  

Imagino que todo el mundo sabe para este entonces que "Kamikaze" significa "Viento Divino", pero la cuestión es de donde vino ese nombre.

En una soleada mañana de 1266 Kublai Khan (nieto de Genghis Khan) decidió hacerle llegar la siguiente carta al Emperador Kameyama:

                      

Adorado del Mandato del Cielo, el Gran Mongol Emperador envía esta carta al Rey de Japón. Los soberanos de los países pequeños, que comparten fronteras con los demás, han estado desde hace mucho tiempo preocupados por comunicarse entre sí y ser amigos. Sobre todo porque mi antepasado rige por orden de los cielos, innumerables países de lejos disputaron nuestro poder y menospreciado nuestra virtud. Goryeo rindió gracias por mi alto el fuego y por la restauración de su tierra y la gente cuando ascendí al trono. Nuestra relación es feudal como un padre y su hijo. Creemos que usted ya lo sabe. Goryeo es mi afluente oriental. Japón se alió con Goryeo y en ocasiones con China desde la fundación de su país; Sin embargo, Japón nunca ha enviado embajadores desde mi ascenso al trono. Tenemos miedo de que el Reino aun no sepa esto. De ahí que envió una misión con nuestra carta particular expresando nuestros deseos. Entremos en relaciones de amistad entre nosotros a partir de ahora. Creemos que todos los países pertenecen a una misma familia. ¿Cómo estamos en el derecho, a menos que comprendamos esto? Nadie desearía que recurrir a las armas

En definitiva lo que quería era que le rindieran tributo, pero la respuesta del Japón fue "Bleh" y los emisarios se volvieron con las manos vacías. Lo intentarían de nuevo en 1268, pero la cuestión sería invariable (esta vez les dijeron "Meh") y vuelta para sus casas sin siquiera un peluche de pokemon.

Harto que se la derpearan, el Gran Mongol decidio que se la iba a poner hasta la gorra a esa islita molesta (la cosa se pudrió en 1274, pero ya desde el 68 que los tenía entre ceja y ceja).
Dicho sea de paso, los japoneses estaban mandando a freir churros al ejercito más numeroso y mejor equipado del mundo en ese momento (en 1259 el Khan se convirtió en Emperador de China, y ahora había sumado una parte de Korea).
Según San Wiki, la fuerza invasora constaba de 23.000 soldados y aproximadamente 800 naves (300 grandes, 400-500 más pequeñas) mientras que Japón los esperaba con 10.000 samurai que  se sentían bastante bien con sus sus posibilidades (seguro que agarraron 300 por cable).

En primera instancia, los japoneses estuvieron del lado malo del "choque cultural", dado que estaban acostumbrados a pelear entre ellos mismos y con sus reglas de conducta...cosa que los mongoles desconocían absolutamente (y no hubiera habido una gran diferencia de haber sido así). De ese modo se sucedía lo siguiente: Un guerrero samurai se paraba frente al grupo enemigo, anunciaba su nombre y su linaje, y esperaba que alguien del otro bando respondiera el desafío y así entablar sagrado combate 1 contra 1, pero la respuesta mongola era avanzar en masa (onda enjambre) y despedazarlo sin mucha ceremonia.
La cosa empeoraba: los mongoles usaban arcos cortos (efectivos al doble de la distancia que los arcos largos japoneses), puntas de flecha envenenadas, una especie de bombas de racimo lanzadas por catapulta y peleaban como unidades, realizando ataques coordinados por el ritmo de un tambor mientras que los samurai tenían esa cosa de buscar el honor en base a su desempeño individual en el campo de batalla (o sea que cada uno hacía la suya, con los resultados anteriormente mencionados). Se mencionó también que la ultima gran guerra dentro de japón había sucedido hace aproximadamente 50 años, así que ya no quedaban generales competentes para guiar a las tropas.

Y el que quedaba casi no la cuenta...

Solo un milagro podía salvar a Japón en esa circunstancia...y masomenos así fue:
Cuando vieron que se venía una tormenta, la flota mongola decidió dirigirse a mar abierto cosa de no quedar varados en Japón. Y a mar abierto se fueron...donde los agarró un tifón y destruyó aproximadamente un tercio de la fuerza. Aquellos barcos que se quedaron atrás fueron abordados en botes (mucho mas fáciles de maniobrar que un barco) por los samurai, quien les devolvieron las gentilezas de la batalla anterior y fue esta vez el turno de ellos de estar del lado feo de la cultura al enfrentarse a una estrategia completamente desconocida: el abordaje.

Esta es la parte en la que se mueren...
 Toda la destreza, maniobrabilidad y eficiencia  que tenían las unidades de jinetes arqueros mongoles se reducía a cero en este escenario donde no tenes ni el caballo, ni la unidad ni la distancia para el arco. Espada en mano, bajando muñecos a diestra y siniestra en el medio de una tormenta...los samurai estaban en el Cielo (y los mongoles, chinos y coreanos del ejercito rival...pero fraccionados), les faltaba un tema de Judas Priest de fondo y estaban hechos. 

"One Shot At Glory
Driving hard and seeing red
Destiny calls me
One night of fire
One Shot At Glory"
 Un dato curioso es que como consecuencia de esta invasión, se modificó el sable (tachi), haciendolo más grueso y más corto para ser más efectivo en combate (tuvieron problemas con las armaduras de los mongoles, no que eso fuera evitar hacerlos pedazos). Otra curiosidad fruto del intercambio cultural es que al estar acostumbrados a pelear entre ellos, usualmente el botín se repartía entre los vencedores...pero defenderse de una invasión no deja botín, por lo que de los 10.000 samurai que pelearon, solamente 120 (aprox) recibieron algún tipo de compensación.
Esto, claramente, no hizo muy felices a los samurai, asi que cuando los emisarios del Khan volvieron con la misma historia de "rindanse o mueran" les dieron algo para que no se volvieran con las manos vacías: sus propias cabezas.

En 1281, el Khan quizo rematch: Considerando que su derrota había sido una cuestión de suerte y clima, pero de ningún modo se debió a la habilidad de los japoneses, está vez les iba a mostrar cuantos pares eran 3 botas. La nueva fuerza invasora se componía por un lado de 900 naves que tenìan 40 mil soldados (Chinos, Coreanos y Mongoles) que saldrìan de Masan y otra fuerza aún más grande de 100 mil soldados que saldrían del sur de China en 3500 naves.

El movimiento de tenazas...
Japón, por su parte, preparó sus defensas para la segunda invasión ni bien repelieron la primera, y si bien no debían tener idea del numero que les iba a caer de visita tuvieron la ventaja inicial que la primera fuerza se adelantó a la segunda, por lo que lograron frenarla con sus muros y luego usaron la vieja y querida estrategia de ir con botes pequeños hasta las naves invasoras, hacer despiporre y escapar (no sin antes prenderselas fuego).
La suerte se les acabó cuando llegó el contigente invasor mayor...ahora los samurai tendrían que enfrentarse a una fuerza no solo tres veces mayores que la suya, sino que mejor equipada y con un claro antecedente que en el mano a mano les pasaban el trapo. Esta vez no iba a haber ni tormenta, ni milagro que salvara a Japón de la aniquilación total...salvo el tifón que se levantó de la nada.

Es un truco...

Sepe...sucedió.
El 15 de agosto de 1281 se levantó un segundo tifón (similar al que se las había puesto la 1ª vez) y e hizo pedazos la flota invasora.

BAM!!

De las miles de naves solo un par de cientos lograron no ser destruidas por la tormenta, aquellos que tuvieron la suerte de no ahogarse y lograron llegar a la costa fueron cazados y exterminados.

 Finalmente el Khan decidió que no valía la pena intentar una 3ª incursión, y que efectivamente Japón estaba protegida por los dioses y no podia ser invadida...y lo mismo creyeron los japoneses, que le atribuyeron la victoria al poder del Emperador.
 Así se corrio la bola de que eran una raza invencible, elegida por los dioses y guiada por un dios viviente, y no podían ser derrotados en su propio territorio sin importar la fuerza enemiga...eso les da una idea del tipo de pensamiento que corrió indiscutido en las mentes del Japón hasta al 2ª Guerra Mundial,
Y eso lo veremos en la próxima nota!!
(que espero no me lleve mucho...resignense a mis tiempos!)